Un terremoto de 3.6 grados en la escala de Richter no consiguió suspender un partido de fútbol entre el Catanzaro y L'Aquila, en ésta última ciudad, que sufrió grandes daños en 2009 por un terremoto de mayor magnitud.
El encuentro corresponde a la cuarta categoría del fútbol italiano y el árbitro Vincenzo Todaro decidió continuar con el partido.
L'Aquila es la capital de la región de los Abruzos, donde tuvo lugar el terremoto de abril de 2009, en el que murieron más de 300 personas tras un seísmo de 5.8 grados Richter.
La ciudad medieval de L'Aquila sufrió enormes daños, con gran parte de sus edificios históricos devastados y miles de personas que perdieron sus casas.
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